Sobre mí

Mi nombre es Cristina Góngora, soy diplomada en Magisterio y licenciada en Psicopedagogía. Me fascina y admiro a partes iguales la complejidad y sencillez de la vida y a las personas que ponen de su parte por vivirla bien.

Me ilusionan las pequeñas cosas, soy muy casera, pero también disfruto mucho conociendo gente, y pasando tiempo con mis amigos y familia. Amo el arte, soy de gatos y muero por un rincón bonito en casa lleno de plantas para leer o hacer ganchillo, adoro el mundo de la papelería. Practico taichi y me encanta andar, cada día estoy más conectada al mar y a mi ciudad, Almería.


La docencia siempre ha sido mi gran vocación, desde muy pequeña ya lo tenía claro y mi juego simbólico siempre estaba encaminado a la enseñanza. Actualmente, tras más de dos décadas dedicadas al mundo educativo no tengo ninguna duda en que acerté con mi profesión, es ideal para mi forma de ser, disfruto de ella, de ayudar y trabajar con personas y emociones.

Doy gracias a mi familia que ha estado ahí apoyándome en cada una de mis aventuras, emprendimientos y sueños, acompañándome de forma respetuosa. Gracias su apoyo y a mi propio esfuerzo pude superar los obstáculos de una educación reglada y no siempre justa, que me ayudó a decantarme laboralmente por el mundo educativo y en concreto por la psicopedagogía.

Considero que la vida está llena de aprendizajes, por eso cuanto antes debemos perderle el miedo al fracaso, comprender y asimilar que vamos a pasar por multitud de etapas, que somos cambiantes y que siempre vamos a poder salir de ellas si somos capaces de conocernos y aceptarnos, si aprendemos a potenciar nuestras habilidades y puntos fuertes y entendemos, reconocemos y manejamos nuestras emociones.

La labor de los padres y los docentes en este aspecto es imprescindible, para lograr buenos resultados es fundamental trabajar en equipo, preparar a esos niños para que sean futuros adultos que puedan disfrutar de una vida equilibrada, serena y consciente.

Sigo aprendiendo de la vida día a día, y agradezco a las personas que han confiado, confían y confiarán en mis servicios. Gracias eternamente.

El mundo hay que fabricárselo uno mismo, hay que crear peldaños que te suban, que te saquen del pozo. Hay que inventar la vida porque acaba siendo verdad
- Ana María Matute